Imagina que Juan (un ávido jugador de póker) visita tu sitio web. Usted vende un libro que le ayuda a mejorar su juego de póquer. Está muy interesado en lo que le ofreces, pero aún no está preparado para comprarlo. Todavía se está recuperando de esas largas vacaciones y necesita pagar la tarjeta de crédito… Seguir leyendo Auto Responders: El truco mágico de los mercadólogos